domingo, 30 de enero de 2011

El Salón de los Rechazados

Demasiados artistas para un solo Salón. Si París era la capital mundial del arte y la cultura, el Salón de París era un gran argumento contra aquellos que dudaran del claro control del arte que poseía la capital francesa. Todos los artistas sabían la dificultad que suponía exponer una obra en el Salón, y el jurado de este rechazaba cada año un gran número de obras, aunque en 1863, el número fue exagerado. Se rechazaron más de 3. 000 obras. Napoleón III, pensó que en vez de desechar las 3. 000 obras, debería ser el público el que debería juzgar su calidad. Todos los autores de esas obras, entre los que se encontraban pintores, que en la actualidad han obtenido un gran reconocimiento, como Édouard Manet, autor de la obra cumbre del Salón des Refusés (Salón de los Rechazados), Almuerzo sobre la hierba.

La chica de blanco. James McNeill Whistler

Tras esta exposición, que fue el origen del Impresionismo, en 1874, se celebró la primera exposición impresionista oficial de la historia. A esta exposición la siguieron otras en 1875 y en 1886, que contribuyeron al desprestigio del Salón de París. un nuevo estilo había nacido, con unos protagonistas que no se codeaban con la nobleza, que no eran pintores de cámara de reyes, que no representaban como dioses a enanos que decían ser emperadores. Eran hombres extraños, solitarios, excéntricos, que se movían entre tertulias por el día, y entre cabarets y burdeles por la noche. Hombres que se retiraban a pequeños pueblos, donde buscaban inspiración para sus no reconocidas obras maestras. Hombres que revolucionaron el arte, y cuya influencia llega hasta hoy.

Barrio parisino de Montmartre. Tertulias, burdeles, inspiración infinita, y el rey de los cabarets, el Moulin Rouge. El impresionismo hecho ciudad.